A la hora de tener relaciones internacionalizar, se realizan muchas conversaciones, la mayoría de ellas son por escrito.
El documento va actuar como embajador de nuestra imagen
Una mala traducción repercutirá negativamente en la imagen. El resultado puede ser una carcajada, que no dejará que se oiga su mensaje. Quizá reciba algo que sea comprensible, pero quien la lea será consciente de que no es un original, el idioma de partida creará interferencias en la comunicación. O las frases serán poco fluidas, habrá que leerlas dos veces para entenderlas. Incluso puede hacer perder dinero.
Póngase en lugar los lectores y no olvide que otras culturas no solo tienen un idioma diferente: también ven el mundo de forma diferente. Para hacer una buena traducción es necesario conocer bien la cultura de origen como la de destino y no trasladar las palabras de un idioma a otro. Si no se cuida la comunicación con el lector, no se genera confianza, por lo tanto, es importante cuidar los textos tanto en la versión original como la traducción.
Se podría decir que el grado de confianza de una empresa se mide por su calidad en comunicación.